Algunas reflexiones sobre impuestos , retiros de máquinas , recaudación y premios para desalentar la ludopatía, que se dan en Italia, España y Uruguay.
Si bien gobernadora María Eugenia Vidal ha dado un importante paso tomando la decisión política de limitar la oferta de juego en la provincia, al ordenar el cierre del bingo de Temperley y tres casinos bonaerenses, el balance 2017 que acaba de publicar la principal empresa que regentea los bingos con tragamonedas de la Provincia da cuenta que está compañía obtiene ingresos que no consigue en ninguna parte del mundo.
En la única provincia donde opera Codere en la Argentina es en Buenos Aires.
Observemos el crecimiento de sus ingresos comparados con el año 2016:
En territorio bonaerense obtiene el 35,55% de sus ingresos en euros, 582 Millones de Euros, pese a que cuenta con un parque de tragamonedas muy inferior al que posee en otros países como Italia, México y España.
De esta manera, la compañía de origen español, que actualmente es controlada por el fondo de inversión Blackstone, que estaría por quedarse con el 25% de YPF Energía Eléctrica, en sociedad con General Electric que ya desembolsó 276 millones de dólares por esa operación.
De esta manera, no solo en la Argentina se registró la mayor recaudación media de las tragamonedas, sino que también se puso en evidencia las enormes diferencias con respecto a los otros países: cada maquinita de la Provincia recauda, en promedio, 211% más que en Italia, 333% más que en España y 486% más que en México.
En su balance, la empresa Codere reconoce que está siendo beneficiada por las demoras que provocó el fallo judicial contra el Estado nacional para el pago de los nuevos impuestos según la Ley 27346 y la regulación posterior establecieron (a) un nuevo impuesto de 0,95% sobre cantidades apostadas, en vigor desde el 17 de marzo de 2017, y (b) un aumento del Impuesto de Sociedades a los operadores de juego desde el 35% al 41,5%.
Las alícuotas impositivas que se aplican a las empresas del juego, especialmente a quienes regentean tragamonedas, son inferiores a las que existen en otras partes del mundo.
Por ejemplo, en Italia llevó la alícuota del Impuesto a los Juegos de Azar (PREU) sobre tragamonedas del 17,5% al 19%, recordemos que en la provincia de Buenos Aires se aplica el 15% de Ingresos brutos.
Además del incremento impositivo, en Italia también se viene desarrollando un plan para el retiro de maquinas tragamonedas.
El 1 de septiembre de 2017, el Gobierno de ese país publicó un decreto confirmando la reducción en el número de licencias de máquinas AWP descrita en la Ley de Estabilidad de 2016. Esta reducción debería instrumentarse en dos fases, tomando como punto de partida el número de máquinas a 31 de diciembre de 2016:
- Desde 407.754 a 345.000 antes del 31 de diciembre de 2017.
- Desde 345.000 a 265.000 antes del 30 de abril de 2018. Dicha reducción se deberá materializar de forma proporcional por cada concesionario. Codere recurrió a la Justicia para intentar excluir de dicho requisito de reducción las 1.984 unidades incorporadas a la red desde diciembre de 2016.
En Uruguay, también se viene aplicando una mayor carga impositiva al negocio del juego. El 25 de septiembre del año pasado, el Senado de ese país aprobó una nueva legislación que dio lugar a dos impuestos adicionales aplicables al juego desde el 1 de enero de 2018:
- Impuesto al juego sobre tragamonedas: introduce un nuevo impuesto de 0,75% sobre cantidades apostadas.
- Retención a cuenta sobre premios: una tasa del 12% será aplicable sobre premios que i) excedan ciertos niveles (a definir por el Gobierno) y ii) representen 72 veces o más la cantidad apostada.
Otro aspecto que podría explicar el nivel de ganancias de las empresas del juego en la Provincia es el porcentaje de ganancias que se destina al pago de premios: del total de lo que recauda cada tragamonedas, el 85% se destina al pago del juego, lo que genera en muchos casos una mayor compulsión a seguir jugando.
En otros países, como España, se destina el 71% al pago de premios.