En el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, desde el Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA) de la Defensoría del pueblo bonaerense adherimos a la campaña de los organismos de derechos humanos que consiste en intervenir barbijos con consignas históricas como #NuncaMás #Son30Mil y #DóndeEstán.
Desde el Observatorio también elaboramos una serie de sugerencias para que madres, padres y educadores puedan abordar con NNyA las implicancias de lo que fue el golpe genocida de 1976.
A 46 años de la noche más oscura de nuestra historia, es indispensable poder hablar con nuestros hijos e hijas acerca de lo que implicó la última dictadura cívico-militar. Es muy importante rechazar cualquier forma de negacionismo respecto a los desaparecidos y a los crímenes de lesa humanidad.
El abordaje de estos acontecimientos tiene un valor instrumental para garantizar la dimensión colectiva del derecho a la verdad, memoria y justicia consagrado por los distintos sistemas de protección de derechos humanos, especialmente respecto a las y los NNyA.
Sugerencias del Observatorio
1) Hablemos de dictadura cívico-militar
Los militares no actuaron solos ni por su cuenta. La decisión de tomar el gobierno en 1976 contaba con la adhesión de diversos grupos de la sociedad civil (grupos empresariales y de poder económico, algunos medios de comunicación, etc.) que entendían que era necesario “ordenar” el país.
2) Expliquemos en qué consistió el terrorismo de Estado
La última dictadura cívico-militar implementó una forma de violencia política que, usando los recursos del Estado, buscó eliminar a los adversarios políticos –a quienes llamó “subversivos”– y amedrentar a la población a través del terror. Implementó como metodología represiva la desaparición forzada y sistemática de personas y el funcionamiento de centros clandestinos de detención. Fue un plan que hasta incluyó el robo de bebés.
La desaparición forzada es un secuestro, arresto, detención o cualquier otro acto que además de quitar la libertad, priva de la protección de un juez al no informar la ubicación ni la situación.
3) Rechacemos el Negacionismo
Se trata del acto de negar, relativizar o trivializar el terrorismo de Estado y/o los crímenes de lesa humanidad. El término surgió para negar la existencia del genocidio perpetrado por los nazis a la población judía y otras minorías durante la Segunda Guerra Mundial; y luego se extendió a otros genocidios como el realizado por la última dictadura cívico-militar que tuvo la Argentina. Son comportamientos y discursos que niegan la realidad de ciertos sucesos históricos percibidos por la mayor parte de la sociedad como hechos de máxima injusticia.
4) Remarquemos que lo ocurrido en la dictadura cívico-militar fueron crímenes de lesa humanidad
Los crímenes de lesa humanidad son considerados graves violaciones a los derechos humanos por su extrema gravedad y por la intervención en su concreción de autoridades estatales o por su incapacidad para reprimirlos.
Estos principios y estándares también determinan que estos casos de graves violaciones a los derechos humanos son imprescriptibles y no les cabe ninguna amnistía.
5) Destaquemos el derecho a la Memoria, la Verdad y la Justicia
Este derecho comprende una doble dimensión. Por un lado el Estado tiene la obligación de garantizar este derecho a las víctimas del terrorismo de Estado, a sus familiares pero también a la sociedad en su conjunto. En particular, el derecho a conocer lo ocurrido, la identidad de los autores y las causas, los hechos y las circunstancias en que éstos acontecieron; y producir información, permitir acceder a ella y difundirla activamente como garantía para evitar su repetición.