También colaboran alumnos y alumnas de un colegio secundario. La obra será presentada el viernes 1º de abril a las 13hs en Esteban Echeverría y formará parte del MAUCA: el primer Museo de Arte Callejero a Cielo Abierto de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa artística, que cuenta con el respaldo del Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, Walter Martello, tiene un espacio participativo para que el público pueda poner su firma y formar parte activa del homenaje.
El mural es una obra colaborativa realizada sobre un diseño del reconocido artista local Julius Gonup, quien el martes 29 de marzo comenzó a pintarla junto con Roberto Carabajal, excombatiente que participó de la Guerra de Malvinas en 1982. También están colaborando estudiantes del colegio Vicenta Vidal Bou: Chiara Recarte, Simone Carvalho y Matías Vázquez.
El Mauca es un museo virtual que nació en 2021 con el objetivo de promover y difundir el arte urbano de Esteban Echeverría como patrimonio cultural. Surgió como una iniciativa independiente de la agencia GoCanning y de la ONG “Pensado Políticas Públicas”, a la que adherimos desde la Adjuntía General de la Defensoría del del Pueblo.
Hicimos una convocatoria abierta a los artistas y se seleccionó el boceto de Julio, quien generosamente lo puso a disposición de todos los que quisieran colaborar en el mural. En ese sentido, nos pareció muy interesante que se sumen los chicos y chicas del colegio porque, además de sumar experiencia artística, es una buena manera de vincular a las nuevas generaciones con la causa de Malvinas.
La obra quedará inaugurada oficialmente el 1º de Abril para no interferir con las actividades que los excombatientes llevan a cabo el 2 de Abril.
Características del mural
Está pintando sobre dos paredes de 5 x 4 metros, ubicadas en calle General Paz entre Dardo Rocha y las vías del ferrocarril, en Monte Grande. El espacio fue cedido por el complejo deportivo Maja.
En concordancia con el principio del arte urbano, el mural fue pensando como un homenaje que esté al alcance de todos e invita al público a formar parte. Por eso se diagramó un sector participativo, en el cual las y los asistentes puedan “incluirse” dentro del espacio de la obra.
La propuesta es que, desde ese día en adelante, todos los que quieran se ubiquen dentro del mural, se saquen una foto y la difundan, como un homenaje que se replique a lo largo del tiempo.