Se trata de una iniciativa del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA). La campaña denominada “El respeto y la tolerancia no tienen edad” busca concientizar a NNyA sobre el edadismo y la importancia de evitar conductas discriminatorias hacia adultos mayores.
El edadismo es la discriminación contra personas o colectivos de personas por motivos de edad en razón de su envejecimiento, la cual tiene por objeto o por resultado la reproducción de estereotipos estigmatizantes, que menoscaban o anulan el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos y libertades fundamentales. Según la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 2 personas en todo el mundo es edadista contra las personas mayores.
El progresivo envejecimiento de la población es, sin ninguna duda, un asunto de la más alta prioridad que exige acciones urgentes en varias esferas. Debe ser visibilizado y repensado desde las perspectivas de derechos humanos, género e interculturalidad.
La campaña del Observatorio se enmarca en el «Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez» que se celebra el 15 de junio.
Un dato a tener en cuenta es que la mayoría de los maltratos hacia los adultos mayores provienen de personas que forman parte de su propia familia. Concretamente, según el último reporte estadístico de la oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el vínculo filial con las personas denunciadas es el preponderante: 46% para el grupo de 60 a 74 años y 62% para mayores de 75 años.
La Argentina es uno de las naciones con población más envejecida en América Latina y el Caribe y continúa envejeciendo a un ritmo acelerado. Asimismo, el envejecimiento está estrechamente ligado a las inequidades sociales y económicas. Según la CEPAL, nuestro país se transformaría en una economía envejecida en 2038, cuando por primera vez el consumo de las personas mayores —bienes y servicios, tanto públicos como privados— superará al de los jóvenes.
Es necesario apuntalar a las nuevas generaciones para desterrar los prejuicios, estereotipos, las imágenes y creencias negativas construidas alrededor de la vejez, de modo de fomentar el sostenimiento de su autonomía, la capacidad de decisión y la vida independiente de las personas adultas mayores.
Para graficar la importancia de la temática es que recientemente en 2021 salió la primera resolución sustantiva (A/HRC/RES/48/3) sobre los derechos de las personas mayores adoptada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El documento exhorta a los Estados a prohibir todas las formas de discriminación contra las personas mayores y a tomar medidas contra el edadismo y la discriminación por razón de edad.
El organismo internacional remarca que el marco internacional actual proporciona una cobertura fragmentada e incoherente de los derechos humanos de las personas mayores. Por eso exhorta a la creación de una nueva convención sobre los derechos humanos de las personas mayores que ponga relieve la especificidad para que puedan ejercer sus derechos y se pueda actuar frente a cualquier violación de estos. Por eso consideramos urgente también repensar el marco normativo nacional y provincial de manera integral y transversal sobre la protección específica de los adultos mayores a fin de proyectar nuevas y urgentes políticas públicas