*Walter Martello: Centro de Estudios Pensando Políticas Públicas @CentroCegepepp
Autor del Libro 20×20 sobre Seguridad en la Provincia de Buenos Aires y coautor del libro “Dársela en la Pera” sobre jóvenes y consumos.
Ex Vicepresidente del Instituto de Jóvenes Violencia y Adicciones
Actualmente cargo del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo.
Durante los últimos días se incautaron en Mar del Plata éxtasis, LSD, Popper e Ice Cristal durante más de medio centenar de procedimientos antidroga. En dichos operativos se secuestraron 35 pastillas de éxtasis, 18 microdosis de LSD, y varios gramos de marihuana, cocaína, cristal ice y un frasco de popper.
En la última Asamblea de la Comisión Interamericana para el Abuso de Drogas (CICAD), al que pude asistir en la ciudad de Washington las nuevas drogas sintéticas o de diseño fueron el tema predominante tanto por su modalidad de consumo como por su tipología de comercialización.
Si bien persisten las sustancias tradicionales, en los últimos años han surgido nuevas sustancias psicoactivas, lo que conlleva un riesgo mayor vinculado al policonsumo.
En el 2016 hubo una explosión de la problemática de las drogas sintéticas o de diseño, lo que originó que se empezara a hablar de estas nuevas sustancias psicoactivas (NSP), y la temática presenta varios puntos para considerar por dos razones que aquí queremos abordar.
En primer lugar porque dentro de los que consumen estas sustancias se encuentran un gran porcentaje de jóvenes, y lamentablemente se suceden las malas noticias, como las muertes en las fiestas electrónicas, o las intoxicaciones muchas veces no declaradas.
En segundo lugar, por la facilidad de producción que tienen al ser originadas en procesos químicos. Muchas veces estas sustancias son hechas de manera casera ya que se pueden fabricar con productos de vía libre adquiridos en una farmacia, químicos que compramos en la ferretería de la esquina, un par de cacerolas y una prensa para hacer las tabletas.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Seguridad de la Nación, en el 2016 se incautaron seis veces más drogas sintéticas que en 2015. En dosis: 173.128 contra 28.291. Esta cifra contempla tanto éxtasis como anfetaminas, metanfetaminas y LSD, entre otras. Formosa es la provincia donde mayor cantidad de drogas sintéticas se han secuestraron. La mayoría ingresaron al país a través de la frontera en doble fondos de valijas en los micros de larga distancia provenientes de Chile o Paraguay pero en un gran número de oportunidades el lugar de origen era Europa.
Cuando hablamos de drogas sintéticas nos referimos a un conjunto de sustancias psicoestimulantes que se obtienen a través de procesos químicos. La mayoría de ellas son derivadas de las anfetaminas, suelen consumirse por vía oral y se presentan en comprimidos con colores, formas y dibujos llamativos. Las más conocidas son el Éxtasis (pastillas, líquido o vegetal), Speed, Polvo de Ángel, Poppers y Ketamina.
Todas las drogas de síntesis realizan una acción farmacológica mixta, por lo que combinan efectos estimulantes con alteraciones sensoriales. Así pues, al igual que sucede con las drogas alucinógenas, estas sustancias pueden producir una gran variabilidad de efectos, y suelen actuar en el cerebro de una forma bastante impredecible. Los efectos más comunes de estas sustancias suelen ser cambios conductuales y emocionales, como experimentación de euforia, elevación de autoestima y desinhibición elevada.
No obstante, debido a la diversidad de efectos que puede originar, también puede presentar consecuencias contrarias, con experimentación de confusión, ansiedad, agresividad, depresión o incluso ideaciones suicidas.
El éxtasis es la droga sintética por excelencia ya que es la más fabricada y consumida. Además se consigue a partir de 400 pesos y mueve casi 5 mil millones en el mercado nacional. Dependiendo de la calidad, cada pastilla cuesta entre 400 y 1.500 pesos.
El mercado mundial del éxtasis se vuelve cada vez más polifacético. Las tres principales clases son: los comprimidos de éxtasis con poca o sin MDMA (metilendioximetanfetamina), los comprimidos con un contenido elevado de MDMA, y el éxtasis que se vende en polvo o en forma de cristales con diferentes nombres.
El proceso de fabricación de drogas sintéticas no conlleva la extracción de ingredientes activos de plantas que deban cultivarse en determinadas condiciones para que crezcan, lo que hace que la fabricación de las mismas no esté delimitada geográficamente. Este es uno de los problemas, al no contar con información referida a la fabricación de estas sustancias, pero los datos relativos a la incautación y consumo indican que la oferta de drogas va en aumento.
En 2006 el porcentaje de jóvenes que habían consumido alguna vez éxtasis dentro del total de consumidores de drogas psicoactivas en el país alcanzaba al 3,8%. En 2015, ese porcentaje trepó al 12%. Ya para 2016, unas 170 mil personas compraron éxtasis en la Argentina.
Las NSP (Nuevas Sustancias Psicoactivas) están proliferando a un ritmo sin precedentes. Nos encontramos frente a la tarea de elaborar un sistema de información acorde referente a la farmacología y toxicología, que ayuden a determinar con mayor precisión las consecuencias sanitarias de estas sustancias, y de esta manera saber cuáles son los grupos poblacionales a los que hay que darles prioridad. Esto nos llevará a la planificación de políticas públicas adecuadas, y estrategias de comunicación de riesgos