Participé como invitado en el conversatorio virtual “Empatizando con la dislexia”. La actividad contó con la participación de madres, padres y representantes de entidades que vienen trabajando para el reconocimiento y ampliación de derechos de niñas, niños, adolescentes (NNyA) y personas adultas con Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA).
Según distintas estimaciones, el 10% de la población mundial y el 15% de los/as NNyA tienen dislexia u otras DEA.
Durante el conversatorio, organizado por la asociación civil Dislexia Buenos Aires, destaqué que la sanción hace 2 años de la Ley 15.048 en la Provincia fue un hecho trascendental en la lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas con dislexia. Entre otros aportes, además de haber respaldado la ley, la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires se realizaron distintas acciones como la elaboración de una guía básica que incluye una serie de herramientas y recomendaciones para la detección temprana.
Ante este nuevo marco normativo, es indispensable su aplicación plena. Sabemos de las dificultades que aún existen para que obras sociales y prepagas brinden cobertura, sumado a que resta por mucho por hacer en el sistema público de salud y educación.
La norma bonaerense, que adhiere a la ley nacional de abordaje integral, busca garantizar el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes y adultos que presentan dislexia u otras DEA.
Uno de los principales desafíos sigue siendo generar protocolos y mecanismos de detección temprana. Es esencial, incluso en este contexto pandémico que estamos viviendo, en los que alumnos y alumnas no puede tener un seguimiento tan personalizado, que se realicen evaluaciones psicopedagógicas que permitan un abordaje a término.
Otro punto clave es avanzar en las adaptaciones curriculares, objetivo contemplado en la ley bonaerense, dando prioridad a la oralidad, tanto en la enseñanza de contenidos como en las evaluaciones, y otorgar mayor cantidad de tiempo para la realización de tareas y/o evaluaciones.
La ley también recomienda evitar exposiciones innecesarias en cuanto a la realización de lecturas en voz alta de alumnos/as frente a sus compañeros/as, y evitar copiados extensos y/o dictados cuando esta actividad incida sobre alumnos/as con situaciones asociadas a la disgrafía.
La normativa sancionada en 2018 establece el primer jueves de octubre como el Día Provincial de la Concientización de la Dislexia y las Dificultades Específicas del Aprendizaje.