Invitado por la Asociación Argentina de Especialistas en Adicciones (AEA), expuse sobre los resultados de distintos estudios que hemos desarrollado desde el Observatorio de Adicciones y Consumos de Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires. Hice hincapié en los crecientes índices de consumo de alcohol por parte de niñas, niños y adolescentes. También planteé los desafíos que se le presentan al Estado ante las multimillonarias estrategias de publicidad y marketing que lleva adelante, principalmente, la industria cervecera.
Está claro que en la Argentina se requieren políticas permanentes y perdurables en materia de adicciones y consumos problemáticos que tengan, entre otros objetivos, desmitificar las asociaciones directas entre alcohol y diversión. Se trata de una noción instalada por la industria a través de estrategias de publicidad y marketing, las cuales son desarrolladas tanto en medios tradicionales como en redes sociales.
El estudio realizado en 2019 por el Observatorio (sobre un total de 632 adolescentes de entre 12 y 18 años), en colaboración con el Colegio Nacional de la Universidad de La Plata, mostró que el 45% de las y los jóvenes consultados que consumen alcohol lo hacen para divertirse; el 9,4% porque es “normal en su grupo”; un 7,4% que era para “desinhibirse” y un 36,3% manifestó que le “gustaba el sabor.” En el rango etario superior, el 82% asoció el consumo de alcohol con la diversión.
Durante la exposición ante los integrantes de AEA también desarrollé una las premisa, planteada en mi último libro “Salió Mal”, que apunta al desafío que tenemos desde el Estado de intentar cambiar el enfoque de las políticas de droga en nuestro país.
Considero que la prioridad no solo debe estar puesta en el combate de la oferta de estupefacientes, sino que también es necesario fortalecer las estrategias permanentes y perdurables que atiendan la demanda. Esto implica fortalecer, desde el sector público, todo lo atinente a la prevención y tratamiento de las adicciones, tarea que hoy recae y es llevada adelante, principalmente, por la sociedad civil.
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